
Según los niveles de contaminación del aire, el sensor está programado para encender una luz. Con niveles entre 0-500 μg/cm3 se prende una luz verde, estableciendo un estandar aceptable de contaminantes. Sobre los 500 μg/cm3 se enciende una luz roja que alerta un alto contenido de material particulado.


El sensor se modeló en el sofware Rhinoceros y posteriormente se imprimió en 3D. De manera de generar protección al interior electrónico se imprimió en una sola pieza, intercambiando el filamento negro por un filamemnto de PLA transparente que permitiera visualizar la luz interna.

Para la parte electrónica se utilizó una placa Arduino y un lector infrarojo de material particulado.

El sensor presenta una serie de adaptadores de manera de facilitar la portabilidad en diferentes contextos. Con una impresora 3d se fabricó un adaptador magnético, uno para bicicletas y otro con ventosas.